Los patrones rurales al poder
El RENATEA era el
organismo que controlaba la explotación en los campos y en el sector
agro-ganadero pero que fue disuelto por la Corte y por Macri.
El Gobierno de Mauricio Macri homologó el acuerdo entre el
Registro Nacional de Trabajadores Agrarios (Renatea) –en manos de
adeptos de Gerónimo Venegas– y el gremio UPCN, lo que sienta el terreno
para que en el futuro próximo 1.200 trabajadores del propio Renatea
queden en la calle. Esto se produce mientras el oficialismo se abstuvo
de votar en el Congreso nacional por la ley antidespidos y se apresta a
vetarla negando que el desempleo sea un problema de la coyuntura actual.
De esos 1.200 de todo el país, esta semana fueron enviados los
telegramas de despidos a 57 trabajadores de la central del organismo
ubicada en CABA, y también a los cargos superiores de las delegaciones
de distintas provincias. En las semanas venideras, según les dijeron los
delegados de UPCN a sus representados, llegarán de a poco los demás a
los trabajadores rasos del resto de las dependencias nacionales del
organismo.Para los primeros afectados –entre los cuales algunos estaban cerca de jubilarse–, que son aquellos contratados entre el 23 de enero de 2012 y el 21 de marzo de 2016, esto es parte de una estrategia para que el Gobierno se ahorre cierto grado del costo político por haber echado en una tanda a los 1.200.
Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), sólo durante el mes de abril hubo 14 mil nuevos despidos, y desde que llegó Cambiemos a la Rosada son 154 mil los nuevos desempleados, entre sector público y privado. El estudio tomó fuentes empresariales y sindicales.
“Hay telegramas pero no diálogo con el Gobierno. Los compañeros recibieron telegramas y tienen que optar por irse de una manera ‘sofisticada’” dijo a Radio Universidad de La Plata Pablo Diotto, delegado provincial de Renatea. “No va a salir en ningún lado que se echó gente. Van a decir que hubo acuerdos entre partes”. Y agregó: “Hay 1.200 familias que ven peligrada su fuente de ingresos”.
Un actor principal del entramado entre el Gobierno, el
gremio y el organismo para desarticular el convenio de trabajo que regía
para los trabajadores es el rol del secretario general de la Unión
Argentina de Trabajadores Rurales (Uatre), Gerónimo “Momo” Venegas,
quien presidió el Renatre –lo que era antes el Renatea– hasta 2011,
cuando el kirchnerismo creó el Renatea para dar seguridad social a los
hasta ese entonces desprotegidos trabajadores rurales, a partir de la
fiscalización de los campos donde eran explotados, incluso con lógicas
de trabajo esclavo.
Con la asunción de Macri, su compinche Venegas recuperó
poder antes que el líder de la alianza Cambiemos asumiera: un fallo de
la Suprema Corte cuestionó dos artículos de la Ley 26.727 que
desplazaban a la Uatre y a las patronales del agro de la administración
del Renatre. Hoy, las cabezas que conducen el organismo son Ramón Ayala y
Arnulfo Bazán, y ambos responden a Venegas.
Tras el fallo determinante, que quedó firme en marzo y llevó las
firmas de Carlos Fayt y Ricardo Lorenzetti, Venegas acordó con UPCN los
despidos. El lunes, la reacción del gremio en la sede central de CABA
fue anunciar la noticia a los primeros echados y no defender ningún
puesto laboral; sólo abocarse a negociar el “retiro voluntario” y las
indemnizaciones, que consistirán en seis meses de pago, aunque todavía
los trabajadores no firmaron.Luego del fallo, el desarme de las principales funciones del organismo fue inmediata. Entre ellas, la fiscalización en los campos, la registración y las denuncias por trata y explotación laboral. Por lo que los trabajadores quedaron a merced de los manejos de sus patrones.
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