Una teoría de la conspiración se abre paso en tuits y mensajes
de WhatsApp: si todas las encuestas daban a Unidos Podemos un resultado
muy superior en escaños, ¿cómo los resultados del escrutinio han
terminado favoreciendo de tal manera al Partido Popular? Las sospechas
de 'pucherazo' ya
habían sido plantadas contra Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior, por el escándalo de las escuchas. Ahora, las discrepancias que publica la web oficial del recuento abonan las suspicacias.
Así,
la web de Interior anuncia un 100% de escrutinio con resultados de
participación de un 69,84% de los votantes, 24.161.083 personas.
Asimismo, da un porcentaje de un 30,16% de abstención, que cifra en
10.435.955 personas. La discrepancia aparece cuando se comparan los
datos a los del 20-D.
Los porcentajes son similares, 69,67% para el voto y 30,33% para la
abstención. Pero las cifras son superiores: 25.438.532 personas votaron
el pasado diciembre según la web y 11.073.316 se abstuvieron. ¿Cómo es
posible que los porcentajes se mantengan? ¿A dónde han ido a parar en
estos seis meses los componentes del censo que faltan?
No faltan
las cábalas aritméticas que ven en esa ausencia los votos que hubieran
ido a parar a Unidos Podemos y que, según esta teoría, se hubieran hecho
"desaparecer" mediante fraude electoral. La cuenta de Anonymous UE ha
usado estos datos para directamente impugnar las elecciones.
Sin
embargo, en uno de los tuits de denuncia de Anonymous, la cifra de
participación del 20-D figura como del 73,2% y la de abstención, menor a
la cifra final: 26,8%. La web de Interior no ayuda a resolver la
confusión, pero las claves apuntan a la contabilización del CERA:
el Censo Electoral de los Residentes Ausentes.
"Parece que falta censo, pero lo que falta es el censo del CERA" - es la deducción de
Kiko Llaneras, responsable de 'la cocina de EL ESPAÑOL'.
Se trata del voto por correo de los españoles residentes en el
extranjero. Hay casi dos millones de personas que tienen derecho a voto
fuera de España, pero por motivos que van desde a la complejidad del
proceso al desinterés, muy pocos hacen uso de ese derecho.
Desde
Interior confirman a EL ESPAÑOL que el voto CERA no ha sido
contabilizado aún a la espera de ser validado por la comisión electoral.
Lo mismo sucedió con el 20-D: eso explica las cifras de 73,2% de voto
frente a 26,8% de abstención que aparecen en una de las tablas. Al
contabilizarse el voto de los españoles residentes en el extranjero, el
porcentaje de abstención aumentó en detrimento del total de votantes. Es
previsiblemente lo que ocurrirá con el 26-J una vez se complete el
recuento.
A la pregunta de si este método no induce a confusión,
los portavoces de Interior se remiten al hecho de que el escrutinio
figura como 'provisional' hasta los siguientes seis meses. Sin embargo,
la falta de explicaciones unidas a las veleidades de la Ley D'Hont
propician en las últimas horas toda clase de cábalas.
Indra, acusada con el dedo
En las últimas horas ha aflorado una noticia de EL ESPAÑOL publicada el pasado mayo:
El Gobierno se salta el concurso al preconceder a la semipública Indra el recuento del 26-J. Ha sido compartida en el
foro 'Plaza Podemos' de reddit
y circulada en las redes sociales como indicio de 'circunstancias
sospechosas'. El presunto 'pucherazo' hubiera sido una contrapartida por
la concesión del contrato.
En
la misma información se explicaban las razones por las que Interior se
saltó el concurso: se realizó un procedimiento de urgencia debido al
adelanto electoral en el que se instó a varias empresas a realizar una
oferta para prestar el servicio de escrutinio. Indra, que perdió el
contrato del 20-D en medio de un escándalo por fugas de información
frente a su competidor Scytl,
se llevó el contrato del 26-J al presentar "una fuerte rebaja de precio".
¿Una revisión de los resultados?
El
aluvión de críticas y el desconcierto generalizado se traduce en la
exigencia por gran parte de la población de una revisión de las
elecciones. Para conseguirlo, la Plataforma AVAAZ ha puesto en marcha
una recogida de firmas para reclamar que autoridades españolas y
europeas auditen los resultados del 26-J.
“Nunca en la historia de la democracia se habían dado semejantes diferencias”,
insistían en Públicolos
responsables de la plataforma quienes sospechan que el ministro del
Interior, encargado del recuento y escrutinio de los votos, ha sido
sorprendido “utilizando las instituciones y la Policía para destruir a
rivales políticos”.
La petición, que ya cuenta con más de 18.000
firmas, también subraya el hecho de que la adjudicación del trabajo a
Indra se realizó “a dedo” sin sacarlo a concurso público. “Lo peor de
todo es que Indra está envuelta en la Púnica con el mismo partido que
supervisa el recuento y escrutinio de las elecciones”, subrayan en el
mencionado artículo.
Fuente: Anonimus