Una serie de encuentros entre Emilio Pérsico y el Chino Navarro con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, detrás de las rupturas en los bloques K de diputados en la Provincia y la Nación
El portazo que pegó
este jueves el Movimiento Evita en el bloque de diputados de la Nación
del Frente para la Victoria era previsible, porque responde a una
situación que se viene desarrollando en este último tiempo: los diálogos
y negociaciones con el PRO. Concretamente, Emilio Pérsico y el Chino Navarro con funcionarios de Desarrollo Social de la Provincia y la Nación.
Letra P pudo saber que hace aproximadamente un mes hubo una cena clave en Capital Federal protagonizada por el ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai; los ministros de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, Santiago López Medrano; y de la Nación, Carolina Stanley –acompañada por su secretario de Gestión y Articulación Institucional, Carlos Pedrini-; y los representantes del Movimiento Evita –Fernando Chino Navarro y Emilio Pérsico-. Allí se avanzó a fondo en una negociación que luego fue blanqueada a chispazos por Pérsico.
Por aquel momento, el dirigente social defendió su diálogo con las administraciones de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal “para sostener derechos conquistados”. “Desde que asumió el Gobierno venimos tratando de sostener las políticas que se venían desarrollando, desde las de trabajo hasta planes sociales. En función de eso teníamos dialogo con distintos espacios”, dijo el líder del Evita en su momento.
Esto le valió duros cuestionamientos del piquetero Luis D´Elía, quien regularmente sale a cruzarlo en su cuenta de Twitter. “Pérsico negocia y se abraza con el macrismo”, le dijo, entre otras cosas.
“Está claro que el modelo excluye; este diálogo que iniciamos con el Gobierno es para sostener los derechos que se han conquistado. No son cosas para resolver los problemas de fondo, pero es obligación nuestra, como representantes sociales, ir a plantear las cosas y discutir y tratar de resolverlas”, explicó Pérsico a fines de mayo.
“Desde que asumió el nuevo Gobierno, con ellos estamos en un tire y afloje, ésa es nuestra relación. Ellos ven que todos los recursos que conseguimos los ponemos al servicio de los sectores más humildes de la sociedad; ésta es una realidad que han respetado”, le dijo Pérsico a Letra P horas después de que el Evita rompiera el bloque de Diputados nacionales.
“En general hay una política de trabajo con las organizaciones sociales”, agregó.
Aquel “tire y afloje” del que habla Pérsico es nada más y nada menos que una serie de encuentros que se intensificaron en las últimas semanas. Encuentros en los que dicen presente él como principal referente del Evita y gente muy cercana a la ministra Stanley.
“Pérsico se sienta a negociar con gente de Stanley; de hecho, hubo un asado en el que el Evita fue a comer”, le aseguró un dirigente peronista de Lomas de Zamora a este portal. Las reuniones, que –según comentan allegados al Evita- son por temas de programas sociales y la continuidad de cooperativas, en realidad van más allá. Los hechos son concretos: cuando se intensificaron los contactos, el Evita rompió el bloque en la Cámara de Diputados de la Provincia y ahora, el de la Nación.
“La principal diferencia con el Frente para la Victoria sigue siendo La Cámpora”, analizó un allegado al kirchnerismo en el Congreso, intentando fundamentar el portazo de este jueves. En una carta difundida por las redes sociales, los seis diputados nacionales del Evita -Leonardo Grosso, Andrés Guzmán, Lucila De Ponti, Remo Carlotto, Araceli Ferreyra y Silvia Horne- justificaron su decisión de abandonar el bloque K diciendo que no pueden “dejar que la corrupción ensucie la única herramienta que tienen los trabajadores para conquistar derechos: la política”.
“Quienes ocuparon y ocupan un lugar en la función pública deben estar a disposición de la justicia. Nosotros sabemos que no tenemos nada que ocultar, que tuvimos un gobierno que amplió los derechos de las mayorías de este país. Si hubo corruptos, que se investigue a fondo”, se comunicó.
Por su parte, en la Provincia, la excusa había sido José Ottavis, el ex jefe de la bancada. Lo cierto es que antes del episodio en la Legislatura bonaerense también se había producido otro encuentro entre Pérsico y Stanley, según le confiaron a este portal fuentes cercanas al kirchnerismo legislativo provincial.
O sea, primero fue Ottavis y ahora, De Vido; pero antes, y durante ambos hechos, se estrecharon los contactos entre Stanley y los referentes de la organización social con gran peso territorial en la Provincia, que, en definitiva, termina explicando los portazos en los bloques. Las consecuencias están a la vista.
Fuente: Letra P
Letra P pudo saber que hace aproximadamente un mes hubo una cena clave en Capital Federal protagonizada por el ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai; los ministros de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, Santiago López Medrano; y de la Nación, Carolina Stanley –acompañada por su secretario de Gestión y Articulación Institucional, Carlos Pedrini-; y los representantes del Movimiento Evita –Fernando Chino Navarro y Emilio Pérsico-. Allí se avanzó a fondo en una negociación que luego fue blanqueada a chispazos por Pérsico.
Por aquel momento, el dirigente social defendió su diálogo con las administraciones de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal “para sostener derechos conquistados”. “Desde que asumió el Gobierno venimos tratando de sostener las políticas que se venían desarrollando, desde las de trabajo hasta planes sociales. En función de eso teníamos dialogo con distintos espacios”, dijo el líder del Evita en su momento.
Esto le valió duros cuestionamientos del piquetero Luis D´Elía, quien regularmente sale a cruzarlo en su cuenta de Twitter. “Pérsico negocia y se abraza con el macrismo”, le dijo, entre otras cosas.
“Está claro que el modelo excluye; este diálogo que iniciamos con el Gobierno es para sostener los derechos que se han conquistado. No son cosas para resolver los problemas de fondo, pero es obligación nuestra, como representantes sociales, ir a plantear las cosas y discutir y tratar de resolverlas”, explicó Pérsico a fines de mayo.
“Desde que asumió el nuevo Gobierno, con ellos estamos en un tire y afloje, ésa es nuestra relación. Ellos ven que todos los recursos que conseguimos los ponemos al servicio de los sectores más humildes de la sociedad; ésta es una realidad que han respetado”, le dijo Pérsico a Letra P horas después de que el Evita rompiera el bloque de Diputados nacionales.
“En general hay una política de trabajo con las organizaciones sociales”, agregó.
Aquel “tire y afloje” del que habla Pérsico es nada más y nada menos que una serie de encuentros que se intensificaron en las últimas semanas. Encuentros en los que dicen presente él como principal referente del Evita y gente muy cercana a la ministra Stanley.
“Pérsico se sienta a negociar con gente de Stanley; de hecho, hubo un asado en el que el Evita fue a comer”, le aseguró un dirigente peronista de Lomas de Zamora a este portal. Las reuniones, que –según comentan allegados al Evita- son por temas de programas sociales y la continuidad de cooperativas, en realidad van más allá. Los hechos son concretos: cuando se intensificaron los contactos, el Evita rompió el bloque en la Cámara de Diputados de la Provincia y ahora, el de la Nación.
“La principal diferencia con el Frente para la Victoria sigue siendo La Cámpora”, analizó un allegado al kirchnerismo en el Congreso, intentando fundamentar el portazo de este jueves. En una carta difundida por las redes sociales, los seis diputados nacionales del Evita -Leonardo Grosso, Andrés Guzmán, Lucila De Ponti, Remo Carlotto, Araceli Ferreyra y Silvia Horne- justificaron su decisión de abandonar el bloque K diciendo que no pueden “dejar que la corrupción ensucie la única herramienta que tienen los trabajadores para conquistar derechos: la política”.
“Quienes ocuparon y ocupan un lugar en la función pública deben estar a disposición de la justicia. Nosotros sabemos que no tenemos nada que ocultar, que tuvimos un gobierno que amplió los derechos de las mayorías de este país. Si hubo corruptos, que se investigue a fondo”, se comunicó.
Por su parte, en la Provincia, la excusa había sido José Ottavis, el ex jefe de la bancada. Lo cierto es que antes del episodio en la Legislatura bonaerense también se había producido otro encuentro entre Pérsico y Stanley, según le confiaron a este portal fuentes cercanas al kirchnerismo legislativo provincial.
O sea, primero fue Ottavis y ahora, De Vido; pero antes, y durante ambos hechos, se estrecharon los contactos entre Stanley y los referentes de la organización social con gran peso territorial en la Provincia, que, en definitiva, termina explicando los portazos en los bloques. Las consecuencias están a la vista.
Fuente: Letra P
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