Dicho modelo de automóvil es uno de los mayores símbolos de la represión durante la última dictadura cívico militar argentina.
El 24 de marzo es una de las fechas más importantes sobre la historia reciente de la Argentina, junto con la conmemoración de la Guerra de Malvinas, marca el inicio de la dictadura más sangrienta que asoló al país entre los años 1976 y 1983.
Se trata de una fecha en la cuál lo simbólico es sumamente importante, como el pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, que es en realidad un pañal de tela que recuerda a sus hijos secuestrados.
A su vez, el automóvil Ford Falcon de color verde se convirtió en un recuerdo nefasto de la represión, por eso resultó sumamente desafortunada la aparición de uno de estos modelos frente al Partido Justicialista de Tucumán, un día después del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
A partir de 1976, el Ford Falcon se convirtió en el auto preferido de los "grupos de tareas" de la dictadura para secuestrar. En sus ámplios baúles cargaban cuerpos maniatados, encapuchados o con los ojos vendados o entre los asientos.
Para evitar responsabilidades o cualquier implicación, el gobierno de facto especifica en todas sus ordenes de compra a Ford Argentina que fueran Falcon no identificables, es decir que fueran autos privados, de particulares, para civiles. Eran autos nacidos para operativos ilegales.
La ford, al igual que otras empresas e industrias, fueron copadas por los militares, ya que la consideraba de vital importancia para la estructura del país. En consecuencia cientos de obreros fueron detenidos y hasta torturado por sospechas de subversión, 100 desaparecieron entre empleados y altos dirigentes de la empresa. A día de hoy hay denuncias con respecto a cierta complicidad de la Ford quien podría haber callado estas cosas, si bien no podía hacer mucho.
En 2012 de hecho El juez federal de Bahía Blanca Eduardo Tentoni secuestró 43 autos Ford Falcon, modelos de entre 1976 y 1982 (años de dictadura) y estaban en galpones de la Subjefatura Intendencia de la Base Naval Puerto Belgrano.
Se estima que el gobierno de facto gastó casi 12 millones de pesos de la época en la compra de los coches, incluyendo 6 especiales con comodidaes tales como aire acondicionado para altos funcionarios del gobierno. En total cada coche le salió al estado unos 7.500 dólares de la época cada coche.
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